Vivir el día de hoy.
Quizá hacerlo mío,
envolverlo entre mis manos,
esperando soplar y que salga disparado.
Que vuele como los dientes de león,
que aterricen sobre el balcón de nuestra casa.
Vivir el día de hoy,
apenas amanece y sonrío,
apenas amaneces y me abrazas.
Entre las sábanas hace frio pero,
estáis tú y tus manos.
Hoy puse un jarrón con flores en la mesa de nuestro salón.
Son moradas,
el suelo verde.
Son moradas,
están secas.
Son de esas que nunca se marchitan.