Translate

9 de junio de 2015

Way it always was.


Puede que morir sea lo más parecido a soñar que yo conozca. El último aliento es siempre el más frío y profundo, es el que vacía el interior de todo. Las últimas palabras me vienen a la cabeza como meteoritos que caen rápidamente sobre mis manos y mis pies. Luego, aunque las recites, queda en ti la sensación de haber dejado cosas por hacer.
Yo siempre pensé que al morir vuelas y desapareces. Pero nunca indagué en los sitios a los que me podía dirigir en ese entonces. Supongo que improvisaría. Como llevo haciendo desde hace tanto.

Procuro tener la mente en blanco durante todo el día para poder explotar por la noche y pensar en todo lo que ahora os cuento. Pero el calor y el aire templado taponan mis oídos y mis ojos, haciendo imposible que pueda ser coherente en ciertas cosas que hago a la mañana siguiente. Por eso puede que piense en saltar cuando solo me asomo al balcón, deseando que el aire me sostenga y me haga flotar al tejado. Donde podría ascender y dejarme tocar por el vapor del cielo y el humo de los coches. Por eso puede que piense en parar cuando voy andando y no hay nadie a mi alrededor, para caer y descansar en el frío suelo de la calzada.

Porque las cosas no son nunca como parecen ser. 
Igual que las personas.
Aquellas que te hacen daño antes de haber llegado siquiera a su destino. 
Que en ese caso eras tú. 
O yo, 
o quien sea.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Quizás este hermoso texto
merezca un bello marco,
éste:
http://m.youtube.com/watch?v=Ki9xcDs9jRk

Anónimo dijo...

http://www.m.youtube.com/watch?v=Ki9xcDs9jRk