Universos infinitos.

Deberías saber que ya no huelo como olías antes. Cambié de aires y de colonia. Ahora uso una que ni se compara con el olor a gel de después de ducharte. Ni se compara al olor de tus sábanas al hacerse de día.

Deberías saber que tiré la ropa que antes me ponía por miedo a que me recordara a uno de tus abrazos. O sin darme cuenta rozara una en el armario.

Deberías saber que ya no utilizo los mismos zapatos que me hacían elevarme a tus ojos.  Los guardé en su caja y voy plana por si me da por compararlos con algún agujero negro.

Deberías saber que ya no veo las mismas películas. Ahora las termino y me acuesto después.

Deberías saber que ya no me corto el pelo porque me da miedo que pienses que me queda mejor o peor y te de por decírmelo en un mensaje.

Debí decirte que las cosas han cambiado tanto que ya no nos reconozco cuando al vernos ni nos miramos, ni nos espiamos. Ni siquiera nos cruzamos de acera. Pasamos de largo junto a un desconocido más. 

Aunque de la casualidad de que sea yo o seas tú el equivocado. Aunque de la casualidad de necesitarnos.