Tienes tanto miedo que andas destrozando el hogar de las personas,
sus cabezas,
sus pensamientos.
Lo que más duele es que el miedo es muchas veces mayor que el amor.
Y lo escala,
lo cubre entero y lo encierra en sus costillas.
Para que nunca salga.
El miedo,
que mata.
Y tú te has suicidado.
Lo que más me duele es que dejaste que el miedo te ahogase,
que la carrera te ganase,
que el cansancio te bañase en sudor.
Pero seguiste corriendo,
no cogiste aire.
Seguiste buceando más abajo,
notando la presión en los oídos,
en la cabeza.
Si hubieras salido a tomar aliento,
si hubieras parado a beber agua...
Es que me arrastraste,
me pasaste por encima
y luego no te diste la vuelta para ver como estaba.
El día que demuestres que el egoísmo te curó,
ese día te daré la razón.
Ese día me dejaré caer al vacío,
para no ascender nunca,
para no reaparecer nunca.
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