Tengo una foto tuya mirándome con cara de que no querías que te dejase.
Nunca la había visto, hoy rebuscando en las carpetas la encontré.
La imagen era yo alejándome y tú pidiéndome que volviese.
Te lo juro, yo no miento.
Las he pasado rápido, no porque me duelan,
he preferido verlo en formato película.
Lo he rebobinado una y otra vez, y ahí estaba.
El abrazo, la ausencia, el abrazo, la ausencia...
La sonrisa fotogénica, el segundo amargo que sigue.
Mírame, yo fui el tú de la foto,
pero en mi mente,
en mis manos.
Lo fui de verdad.
¿Entiendes?
Pero ahora soy las que sonrío sin darme cuenta,
las desprevenidas.
Esas fotos que nunca subí porque me veía fea,
ahora me veo preciosa.
1 comentario:
Papelera no reciclable
un buen lugar para olvidar
para no sentir,
ni imagen
ni audio
ni música,
úsala.
La escritora dice verse preciosa,
debía tener espejos deformados antes.
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