Me he dado cuenta de que me pruebo ropa pensando en la tuya.
Que me miro al espejo repetidas veces intentando meterme en tu cabeza.
Hoy lo veré, me digo.
Mientras dejo secar el pelo al aire para que se me ondule con el viento.
Que más da, si me lo ataré a la espalda como siempre hago.
En realidad lo importante es que me veas feliz.
Pienso que con la risa me veo guapa,
por eso sonrío siempre que pienso en ti.
Que no me vea llorar.
Que no me vea rota.
Y de tanto fingir me curé.
Lo que imitaba se hizo realidad.
No necesito agradecerte,
pues eso fue mi decisión y mi reconstrucción.
Pero me gusta pensar que solo con sonreírte me hice bien.
Por eso ahora lo hago por inercia cuando pienso un poquito en ti.
Me sale solo.
No representas ningún mal,
nunca me hiciste llorar,
ya te lo dije.
Por eso te escribo.
Ya te lo dije.
1 comentario:
Afortunado ese a quien escribe,
imagino que afortunado
por ver su sonrisa
sus letras dedicadas
y sentir sus sentimientos.
Felicidades por este exquisito texto.
Publicar un comentario