Deberías mirarte al espejo,
descubrir que tu dependencia hacia todo lo que te hace feliz es patológica.
a veces lo que merece la pena es perderse,
para poder encontrarse.
Vas de altar en altar, colocando velas rojas,
venerando diosas que luego caen a plomo sobre tus hombros,
destrozadas.
Deja de rezarle a la misma de siempre,
mi nueva religión soy yo y por ello vuelo al cielo.
Deja de rezarle a la misma de siempre,
y déjate caer al infierno.
Incéndiate y piérdete.
Que quizá así lo que te encuentres seas a ti.
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