Me sorprendo esperando la respuesta de una pregunta que no hice.
El ruido de la borrasca se hace eterno y desde aquí todo se siente frio.
Me cubro hasta la coronilla con la idea de no volver a salir,
pero es que me agobio en los espacios cerrados
y comprendo que el aire fresco me acaba tranquilizando.
Quizá otro día me anime y pise la tierra después de todo lo que ha llovido.
Quizá así entienda mi manía de escribir con mis entrañas en la arena,
aun sabiendo que las olas lo borrarán todo.
Quizá, por fin, lo encuentre,
y la historia comience a escribirse sola.
Me presento:
Llevo aquí mucho tiempo.
Esperando un golpe de suerte o el giro que lo arregle todo.
Yo sé que no te conozco y que muy posiblemente tú a mi tampoco.
Pero, qué bonito es ilusionarse de nuevo,
es precioso porque aunque luego vuelva a enterrarme en la cama,
siempre acabo por volver a levantarme.
Al fin y al cabo todo es cíclico.
Y yo sé que conocerte lo pondrá todo patas arriba.
Aun así,
quizá otro día me anime y pise la tierra,
tragándome la tormenta que se avecina.
1 comentario:
Me ha impresionado leer esa carta, cada instante te superas más.
Eres una explosión de letras que no caen en tierra, son como aerosoles que penetran en uno, que una vez dentro, recorren las venas hasta llegar a los corazones… Sencillamente, genial…
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