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8 de abril de 2015


Preciosas las vistas desde el balcón de tus ojos negros. Podría contarte las mil historias que se me pasan por la mente cada vez que cierro la cortina y no veo el mar de fondo. Todo me distrae y nada me deja concentrarme en la vida que estoy viviendo. Dejo cientos de puntos y final a medias y eso, a la larga, le duele a mi corazón.
Te lo digo mejor si no tengo nada preparado, si improviso sobre la marcha.
Te digo que me he ido por las vías hacia ninguna parte. Que espero estar sola si solo me cojes de la mano en ciertos momentos que verdaderamente lo necesite. Te digo que en el fondo no te echo de menos si sé que me doy la vuelta y estás con los ojos cerrados y dormido. Que maldita sea la hora en la que dejé, por motivos ajenos a mi, el libro a medias y a punto de terminarse. Te digo y te juro que no te recordaré si me dices porque no tendría que hacerlo. Dímelo todos los días e intentaré hacerlo al siguiente.
Preciosas las vistas desde el filo de la navaja. Podría caer, pero me gusta la adrenalina de saber que podría sangrar. Aunque me pinches y no caiga ni gota. Todo es feliz fuera de la atmósfera de humo que han creado los cientos de cigarrillos que fuman las personas con las que ahora hablo, para no tener que pensar en ti o en mi. Ni siquiera me creo que esté sola en el mundo y que mañana mismo vuelva a despertar sin decirte algo improvisado.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

bonito post

Anónimo dijo...

precioso

Eva Padilla. dijo...

gracias!

Anónimo dijo...

de nada mkrr

Eva Padilla. dijo...

... pedazo de imbecil.

Anónimo dijo...

Continuan las explosiones de primavera,
es un lindisimo texto Eva
sigue siendo un placer, poder leerte, se
agradece continues tu blog.

Eva Padilla. dijo...

graciaaaaaas:)

Anónimo dijo...

https://www.youtube.com/watch?v=eGKhtOUTn88&index=9&list=LL80OroMzXsgfkU1NSHxx-9w