Ella tiene los ojos grises.
No son bonitos,
son de un gris
sin betas, sin bordes coloreados.
Son
insípidos.
En cambio su sonrisa se ilumina cada vez que los entorna.
Tiene los labios rosas
y nunca los pinta por miedo a tapar lo único que tiene color en su vida.
y nunca los pinta por miedo a tapar lo único que tiene color en su vida.
Tiene esos andares de como si no le importase nada.
Aunque
no pare de pensar en ciertas cosas.
Mueve las manos a compás de sus pasos,
pisa
fuerte y no vacila.
Aunque en su mente se formen mil acertijos justo antes de
posar la suela en la calzada.
Tiene más días vividos de los que lleva viva.
Tendrías que verla bailar.
No es como se mueve,
es como la
ves volando de una esquina a otra de la discoteca,
como flota por encima de los
charcos de alcohol
y se mancha hasta las entrañas.
Tendrías que verla bailar
porque es de las pocas veces que la verás siendo ella misma.
Salta de bar en bar sin importarle robar unas cuantas monedas
de su cartera,
que siempre lleva abierta.
Hace equilibrismo sobre labios
desconocidos
y nunca se cae porque va con los brazos abiertos.
Nunca se queda
en la misma boca dos noches seguidas
y eso a la larga le pesa.
Le pesa tanto
que sigue haciéndolo como excusa para no tocar las nubes
que tanto daño le
hicieron aquel día
cuando decidió saltar al vacío desde las manos de un buen
conocido.
1 comentario:
Amor
Desamor
Intensidad
Entrega
Decepciones
Un mini relato estupendo
con fuerza,
cada vez con mas fuerza y claridad
¡Felicidades! Universos Infinitos
Publicar un comentario