Me parece absurda la
manera en la que me expongo a primera línea de batalla.
Como relleno hojas y
hojas de cosas que no importan
pero tengo que hacer
porque se supone que son mi obligación.
Que se vaya a la
mierda todo, que a mi ya nada me importa.
Tengo la cabeza en
bucle. La tengo hecha añicos.
Rota.
Me parece absurda la
forma en la que las personas dejan trabajos a medio hacer.
Como si el tiempo
fuera infinito y pudieses retomar.
¡Que no se puede!
Que el tiempo pasa.
Que tengo el corazón
en ascuas y es que es verdad que estoy a primera línea de batalla.
A pie de cañón, con
la piel a tiras si es eso lo que deseas.
Todo por culpa de las
horas.
De los días.
De los domingos muy
domingos.
Tan domingos…
Me parece absurdo que
todas mis cartas sean mentira.
Tenían esa sensación
como de verdaderas.
Pero es que quizá al
principio y al final tuviera razón.
Es solo rellenar
hojas y hojas de cosas que no importan pero que hay que hacer porque se supone
que es tu obligación.
Y así… Todo se volvió
una pantomima.
Una burla,
Al menos para el
resto,
para los que no se lo creyeron desde el principio,
para todos aquellos que no son yo misma.
Que absurdo.
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