No soy de leer varios libros a la vez,
las palabras me aturullan,
me hacen confundir cuando no sé sobre quién predicar.
De uno en uno, me dije.
Y aprendí a leer la letra pequeña lo más rápido que sabía.
A analizar sus significados sin encerrarme en ellos.
De uno en uno, le dije.
Y así fue como intenté llenar su estantería de sabiduría,
de cuentos que relataban finales inesperados,
por mucho que ya supiera el final de aquellos.
1 comentario:
Preciosa librería.
Bonito, sencillo.
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