No pude deshacerme de mis trabas,
no pude y lo intenté.
Si yo no respiraba,
cómo podría llevarte en volandas.
Quizá,
si tan solo, quizá,
hubiera acudido a mi propia llamada,
solo así...
Pero yo me curé,
me hice añicos después de romper,
volé por los aires clavándome los cristales de mi propio cuerpo.
Yo me curé,
y me da pena que tú no lo lograses.
Dime, te vuelvo a preguntar.
¿Cómo podría haber unido tus partes con mis huesos atados con alambre?
¿Cómo podría haber soplado en tu herida con mis pulmones vacíos?
No pude deshacerme de mis trabas,
y ahora que las suelto,
me da pena que yo me curé y tú aun no lo lograste.
Solo en compañía de mi misma lo he logrado.
Te pedí la paciencia que a mi me faltaba pero,
ahora recuerdo que si a mi me costaba siendo fuerte...
A ti,
que eras endeble,
a ti,
que eras caos y agujeros de gusano...
A ti,
que eras todo lo que estaba mal.
A ti, qué podría haberte exigido,
si sabía que el resultado iba a ser otro laberinto.
1 comentario:
Me gusta este texto, leído varias veces he ido entendiendolo mejor.
Lindisimo todo.
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