Te espero como el agua en Mayo.
He dejado un hueco a mi izquierda para tentarme con su espacio,
cubrirlo de otros brazos.
Pero mi mente siempre viaja a la tuya.
Te esperé hasta la saciedad,
dándome sed a mitad de camino.
Se me hizo tan eterno ese momento que creí que sería imposible volver a mi.
Se me hizo tan eterno que ahora el tiempo me habla de tú
y me entretiene con otros labios.
Lo cierto es que nunca dejé de esperarte,
con el café en la mano, aguado, ya lo sabes.
Lo cierto es que nunca he dejado de esperarte,
ha pasado tanto tiempo que ni me acuerdo de por qué lo hago.
Simplemente lo hago.
Y con eso me basta.
1 comentario:
¡Cuanta profundidad, intensidad!
Uno, se queda con el aliento retenido, ante las palabras escritas y sacadas de lo más profundo, así las siento al leer esa belleza, y es que que el día que no haya Universos Infinitos, una parte de esos sentimientos que fluyen en este blog, apagarán muchos de los míos.
Felicidades.
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