Translate

7 de enero de 2015

Cien maneras de mentir.


Para locura, la mía, por sonreír aunque no haya nada a lo que enseñarle los dientes. Para locura, la tuya, por no admitir que volverías.
Para ciego, yo, que no sé distinguir entre dolor y amor, se junta todo en la boca y me perfora el alma. Para ciego, tú, que has dejado de mirarme, como si fuera invisible o no existiera.
Para vacío, el mio, que dejé en el sitio que quiero volver a ocupar. Para vacío, el tuyo, al no querer coger mi mano y saltar.
Para cuento, cuando digo que estoy bien y en realidad estoy comiéndome el corazón a caladas. Porque ya no recuerdo qué se sentía al abrazar algo que trasmite lo mismo que yo tengo encerrado entre las manos. No tengo ningún candado, y en cambio, pienso que tienes el juego de llaves que me abre los ojos. No tengo vida, y en cambio, pienso que deberías fabricarme alguna con un trozo de la tuya. Elige una que esté en blanco para que pueda construir los muros desde cero, sin partes de tus dedos o de tu ombligo. Que es el centro por donde quiero pasear un viernes por la noche. 
Para felicidad, la que no siento, la que me está diciendo adiós, desde el asiento del copiloto en el que nunca podré agarrarte la mano mientras conduces hasta el sitio donde pueda gritarle al mundo para que me deje en paz, de una vez.
Y por más que lo pida, no llega el día. No llega.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Cien maneras de vivir… que maravilla !